La Arteriosclerosis es una acumulación lenta y progresiva de colesterol en el interior de las arterias que dificulta o cierra por completo el paso de sangre hacia los órganos, lo que impide llevarles oxígeno, alterando su funcionamiento. A esta acumulación de colesterol en las paredes de las arterias se le llama placa de ateroma.Esta enfermedad se desarrolla lentamente, puede comenzar en edades tempranas e ir progresando a lo largo de los años.
Se puede producir un ictus o una demencia de origen vascular
Se puede producir un infarto de miocardio cuando la obstrucción es total, o una angina de pecho cuando la obstrucción es parcial
Disponemos de pruebas diagnósticas como la ecografía vascular, y métodos para valorar el riesgo teniendo en cuenta factores como el colesterol elevado.
Las
Unidades de Lípidos son expertas en esta valoración.
Si la placa de ateroma es muy grande, podemos resolver la obstrucción al paso de la sangre con un stent o mediante un bypass (rodear la obstrucción con un injerto de un trozo de vaso sanguíneo de otra parte de nuestro cuerpo.
Afecta a las arterias precerebrales y del cerebro, que si sufren una obstrucción por un trombo pueden ocasionar accidentes vasculares cerebrales (ictus, trombosis, embolia o derrames cerebrales).
Tiene lugar en las arterias del corazón. En este caso la formación de un trombo produce una falta de riego sanguíneo a ciertas partes del corazón, lo que puede desencadenar en una angina de pecho, infarto de miocardio o muerte súbita
Se produce en la arteria aorta. Ocasiona dificultad de riego sanguíneo en muchos órganos y, en un nivel avanzado de la enfermedad, puede causar aneurisma de aorta, es decir, dilatación y debilitamiento de sus paredes, que pueden llegar a romperse y provocar una hemorragia interna que desembocar en el fallecimiento inmediato de la persona.
Afecta a las arterias que transportan la sangre al cerebro, pudiendo provocar mareos, vértigos y problemas de lenguaje o visión.
Se produce en las arterias que transportan la sangre a los riñones. Puede dar lugar a hipertensión o insuficiencia renal.
Afecta a las arterias de las piernas principalmente. En estados avanzados, produce una falta de riego considerable en las piernas y en los pies, que afecta a la movilidad, altera la piel y puede dar lugar a la aparición de úlceras. En casos muy graves, si la falta de riego es muy elevada, puede provocar la amputación de la extremidad.